Para que este año seas tú mismo el que prepare las galletas de navidad que sorprendan a toda la familia, te traemos dos recetas de las más típicas y deliciosas: las galletas de mantequilla y las galletas de jengibre.
Galletas de mantequilla:
Estas son dulces, deliciosas y muy sencillas de hacer. Solo vas a necesitar:
- 200 gramos de mantequilla pomada (a temperatura ambiente)
- 120 gramos de azúcar
- 280 gramos de harina
- 1 cucharadita de aroma de vainilla
Para elaborarlas hay que mezclar la mantequilla con el azúcar hasta que quede bien mezclada, luego añadimos la esencia de vainilla y después la harina, que es mejor tamizarla pasándola por un colador, para quitar todos los grumos. Una vez bien amasada la mezcla, se estira con ayuda de un rodillo y se corta de la forma que quieras, lo más fácil es con cortadores de motivos navideños, que los encuentras casi en cualquier comercio, sobre todo en estas fechas. Al horno hasta que estén doraditas, y voilá, ya tienes tus deliciosas galletas de mantequilla.
Galletas de jengibre:
Estas galletas son un poco más elaboradas, bueno, tienen más ingredientes, pero la elaboración es muy similar. Son todavía más típicas de esta época del año, y tienen un sabor característico gracias a las especias que llevan.
Los ingredientes necesarios son:
- 260 gramos de harina
- 150 gramos de mantequilla
- 100 gramos de azúcar moreno
- 5 gramos de bicarbonato
- 1 huevo
- 1 cucharadita de canela molida
- 1 cucharadita de jengibre en polvo
Para prepararlas debemos mezclar primero todos los ingredientes secos: harina tamizada, el azúcar moreno, el bicarbonato, la canela y el jengibre. Después añadimos la mantequilla y el huevo y amasamos con las manos para que se quede bien mezclada. Para trabajarla mejor después, podemos dejar la masa hecha una bola durante media hora en la nevera. Transcurrido ese tiempo, la estiramos con ayuda de un rodillo dejándola de un grosor al gusto, ni muy gorda ni muy fina (medio centímetro más o menos), y cortamos con los cortadores de galletas. Horneamos durante unos 15 minutos a 180ºC.
Una cosa que debes saber es que al sacaras del horno están blandas y se parten con facilidad, lo mejor es ponerlas con cuidado en una rejilla para que se enfríen, luego estarán crujientes. Las puedes decorar con todo lo que se te ocurra.